viernes, 31 de diciembre de 2010

El payaso triste


He oído contar que hay gentes capaces de vivir durante años sin haber rebasado la última página de sus libros favoritos: es así como quieren retener el milagro. Yo nunca pude. Una y otra vez conocí el desamparo, la angustia de notar cuánto se adelgazaba el lado de las hojas pendientes, y cuánto engrosaba el lado de lo perdido. Pero siempre continué leyendo.
Lo mismo me ha sucedido con Los Soprano, paradigma de la serie total y la más lúcida y shakespeariana descripción, televisiva o no, de la mafia italiana que he conocido nunca. A medida que engullía episodios experimentaba una extraña sensación de abandono existencial al comprobar que el final de la serie se acercaba inexorablemente. Me preguntaba que sería de mí sin Tony Soprano.
Y el payaso triste se fue. Cuando tu mundo se hunde tanto que lo único que te da seguridad son un montón de patos que nadan en tu piscina, quizás necesites visitar la consulta del psiquiatra y dejar de preguntarte qué ha sido de Gary Cooper. La gestión de residuos es una tarea ardua e ingrata pero al final del día siempre podrás deleitarnos con el sonido del quejido que se te escapa al sentarte en el sofá cuando disfrutas del penúltimo bol repleto de helado apoyado en tu entrañable barriga.
Tu madre te dijo que serías el elegido. Tu padre no te enseñó a distinguir entre el bien y el mal.
La vida que has llevado, la que has elegido y ya no puedes abandonar, te ha convertido en un inexperto en el rechazo, en no conseguir aquello que anhelas. Te has rodeado de una pandilla curiosa de aduladores que te ríen todas las gracias. Eres el jefe de la manada, el auténtico y peligroso macho alfa. Pero en el desierto de tu soledad eres capaz de emocionarte con la mirada de un caballo.
Responsable de que, en numerosas ocasiones, haya envidiado un modo de vida nada envidiable y de que me haya cuestionado la validez de un sistema sustentado por ciudadanos engañados bajo el prisma de una falsa democracia. Te has hecho merecedor del título de indispensable en mi memoria, televisiva o no, y de que te eche de menos. Se me va a hacer muy complicado pensar en ti como personaje de ficción. Seguro que James Gandolfini sabe a lo que me refiero.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Un soplo en el corazón


Durante un tiempo el reproductor no me permitió ir más allá de Portugal, privándome así del (enésimo) viaje infinito hacia el fondo de ese mundo del que nos han hablado tanto pero del que conocemos tan poco, el mundo de las relaciones.
Para poner remedio a este desajuste emocional hice caso a la llamada de mi corazón y por primera vez compré un disco dos veces.
Un soplo en el corazón (1994), título que homenajea a una peli de Louis Malle, y álbum de debut y de despedida de Family y refugio de adictos al pop de buen gusto con poso melancólico. Es muy difícil que un disco así pase sin más por una vida.
He leído que musicalmente no es una obra maestra. No hay que olvidar que está compuesto por dos tímidos empedernidos que apenas sabían tocar y cantar. Pero sí es un disco vital para muchas personas, para mí. El más grande de los pequeños discos que guardan mi habitación y que con el paso de los años se ha convertido en un artículo de primera necesidad, en un amigo inseparable con el que mi corazón, por fin, ya puede completar el viaje.

lunes, 20 de diciembre de 2010

El lenguaje del hierro


O la elocuencia del loco.
Y si te digo que locura es trabajar cincuenta horas a la semana durante cuarenta años en una oficina para que al final te pateen; terminando en alguna casa de jubilados esperando morir antes de sufrir la humillación de tratar de llegar al inodoro a tiempo... ¿No considerarías eso locura?
Aunque un cerebro no se entere, la mentira siempre está ahí. La mentira sobrevive más en el cerebro que la verdad, pues nunca sabemos cuándo tenemos que recuperarla para reafirmarla.
Nadie puede determinar en límites absolutos la locura o no locura, pues vivimos ahogados de ilusiones a todas horas. La convención de los objetos no deja de ser un patrón que nos han impuesto.
En el lenguaje del hierro al cenicero le llaman marco, al lápiz puzlo y a la puerta algarrobo. Son mensajes de radio mental que los psiquiatras no pueden descifrar.
Como una inquietud, como una cierta verdad.

"No puede lograrse una mente sana en una sociedad enferma", Dr. Emilio Mira y López.

martes, 14 de diciembre de 2010

Pensando el flamenco


Al artista inquieto le gustaba la idea del poeta inglés Percy B. Shelley según la cual no existe más que un único poema, infinito, del que todos los poemas forman parte y son fragmento. Por consecuencia, pensaba el cantaor intelectual, no tenía ningún sentido aislar el flamenco como si no tuviese ninguna relación con nada ajeno a él. Y a eso dedicó su vida, y su arte. Esquivo a los catecismos y rehuyendo dogmatismos, él siempre fue a la suya, a contracorriente. El cantaor más indie afirmaba: "En el flamenco no hay maestros, somos todos discípulos."
En este país, a veces tan gris y conservador, no andamos sobrados de genios, de personas que se sienten cómodas caminando por la cuerda floja y de saltar al vacío sin red y de sublevarse contra los límites. Morente era una de ellas.
Más que la voz, la mente del flamenco es la que nos ha dejado.

martes, 7 de diciembre de 2010

La soledad del corredor de fondo


"Nada más llegar al reformatorio me hicieron corredor de fondo de campo a través. Correr siempre ha sido muy importante en nuestra família. Sobretodo para escapar de la policía. Es difícil de entender. Todo lo que sé es que hay que correr. Correr sin saber por qué a través de bosques y campos, y correr sin una meta aunque la gente te esté vitoreando. Esa es la soledad que siente el corredor de fondo.
Pero es estupendo ser corredor de fondo, encontrarse solo en el mundo sin un alma que te ponga de mala leche o te diga lo que tienes que hacer o que hay una tienda que descerrajar en la calle de al lado. A veces pienso que nunca he sido tan libre como durante este par de horas en que troto por el sendero de más allá de la puerta y doblo por el roble aquel de tronco pelado y enorme barriga del final del camino. Todo está muerto, pero bien, pues ha muerto antes de haber vivido; no ha muerto después de haber vivido.
Mientras corro y veo el humo de mi aliento levantándose en el aire como si tuviera diez puros clavados en distintas partes del cuerpo, cada vez pienso más en el sermón que me soltó el director cuando llegué por primera vez. Honradez. Sé honrado. Sé honrado y confórmate con una porquería de empleo de seis libras a la semana. La gente como el director no entenderá jamás que yo soy honrado, que nunca he sido más que honrado, y que siempre seré honrado. Parece raro, pero es verdad, pues yo sé lo que para mí significa ser honrado y él sólo sabe lo que significa para él. Creo que mi honradez es la única que hay en el mundo, y él cree que la única que hay en el mundo es la suya. Por eso se han inventado esta casa tan grande y tan asquerosa rodeada de muros y vallas en medio de ninguna parte, para meter a los chavales como yo".

sábado, 27 de noviembre de 2010

Caramelos envenenados

The Delgados "Hate"

El mejor truco del diablo fue convencer al mundo de que no existía. ¿Cómo lo hizo? Mostrándose irresistible.
The Delgados, grupo escocés con nombre de ciclista despistado, nos hizo morder el anzuelo de las diez píldoras pop que componen su mejor disco, "Hate" (2002). Las canciones son caramelos envueltos en papel brillante. Pero su interior, en lugar de azúcar, esconde grandes dosis de veneno y resentimiento. Nos dicen que el odio está en todas partes, únicamente falta que miremos hacia adentro. Es posible que los componentes de la banda acabaran odiando estas melodías envolventes ya que les resultó imposible mejorarlas, lo que les llevó a la separación.
Sin lugar a dudas, así da gusto envenenarse.

http://www.youtube.com/watch?v=Ip5rpaVStxs

viernes, 19 de noviembre de 2010

Donde todo empezó


Desconozco la fecha exacta. Probablemente ellos tampoco la recordarán. Pero hay días que no son como los demás, que se escapan de la rutina para volverse trascendentes. Como aquel día.
En un viaje por el tiempo me trasladé al lugar donde cruzaron sus miradas por vez primera, y así pude reparar una deuda pendiente con mi yo más íntimo y que arrastraba durante toda una vida. Me sentí bien. Pude abstraerme y mi mente, como de costumbre, comenzó a divagar. Ya os estaba pensando.
Tú, con la seguridad que proporciona la inconsciencia, decidiste mover ficha. Te acercaste comprobando que tus sospechas no eran infundadas. Era un bellezón. "¿Bailas?", confiando en el as que guardabas en la manga. Tenías dotes de buen bailarín. Ella accedió, en una decisión de múltiples efectos secundarios. No sé, debieron ser esos ojitos azules. ¡Ay, qué difícil es guardar la distancia adecuada! Te creciste y te creíste vencedor, pero al intentar jugar con su falda, las cartas mostraron la cruel realidad. "Habrá tiempo para eso" vaticinó y acertó ella. Porque ellas siempre ganan.
Es incomprensible tratar de comprender qué razones mueven a dos personas a emprender un viaje sin retorno, a conocerse y someterse a la montaña rusa de las relaciones. Por suerte, ellos lo hicieron.
El resto es historia.

martes, 16 de noviembre de 2010

Risas congeladas


En una enorme estancia blanca, unos hombres conducen a un condenado hacia la puerta que le llevará a la muerte. Detrás, a unos cuantos metros, otro grupo de personas, como una gran mancha negra, arrastra al verdugo, que se resiste a realizar su trabajo y acaba desmayándose porque no quiere matar.
El humor no es para tomárselo a broma. Cruelmente divertida, paradigma del humor negro español, "El verdugo" (1964) es, probablemente, la mejor comedia española de todos los tiempos. Isbert, Azcona y Berlanga en estado puro.
Me imagino al Generalísimo viéndola en sus aposentos y no entendiendo nada, claro.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Desaparezca aquí


Da rabia comprobar que has llegado 20 años tarde a la lectura de una novela.
Menos que cero (1985, el título está inspirado en una canción de Elvis Costello) es el primer libro de Bret Easton Ellis y se convirtió en una obra de culto, buque insignia de la conocida como generación MTV. El autor de American Psycho narra, con un estilo directo y escalofriante, las peripecias de un grupo de adolescentes ricos y a la deriva en los años ochenta, donde cada joven tiene su propio camello, en una sociedad que mide las emociones en fajos de billetes. La frialdad de Clay, el protagonista, resulta estremecedora: "No hay nada que me haga feliz. No hay nada que me guste. No quiero que me importe nada. Si me importan las cosas es peor, es sólo otra cosa más de la que preocuparse. Es menos doloroso si no te importa nada".
"Desaparezca aquí", expresión que el protagonista lee en un tablón de anuncios y que se repite en su mente como un mantra a lo largo de la novela y que Nacho Vegas, nuestro Dylan ¿o nuestro Cohen?, adoptó para titular unos de sus discos.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Estafados por la vida


“No sé en qué consiste el porvenir, no sé qué es lo que quieren que quiera...”
La vida de cada uno, que está hecha de decisiones diarias, suele ser un proyecto en la juventud y una pieza que no encaja en el puzzle que es la madurez.
¿Qué es la vida?  No es lo que esperaba.
Willy Loman como símbolo de la tragedia del hombre corriente en una sociedad que lo aniquila. ¿Cómo reconocer a los Willy Loman? Es muy fácil. Son aquellos que cuando terminan de pagar el coche, se les estropea. Aquellos que trabajan durante toda la vida para pagar una casa, y cuando por fin es suya no queda nadie para vivir en ella. Aquellos como tú y yo. Porque la vida consiste en ir perdiendo cosas. Siempre es así.

"El que siga habiendo tantos Willy en el mundo se debe a que el hombre se supedita a las imperiosas necesidades de la sociedad y se anula como individuo" Arthur Miller.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Románticos, muy a su pesar


Nunca saldrán reflejados en listas. Nadie se acuerda de ellos, son los grandes olvidados.
Pero si tienes la inmensa fortuna de sumergirte en las aguas densas y oscuras de "Born Sandy Devotional" (1986) no podrás comprender el desagravio hacia uno de los mejores grupos de los años ochenta. Un disco que ahonda en la verdadera naturaleza del amor no correspondido. Un auténtico drama romántico. A Beethoven le hubiese encantado.
The Triffids, liderados por el enigmático David Mc.Comb, nunca tuvieron suerte. Siempre a la cola de la memoria colectiva, que engrandecía a sus compatriotas Nick Cave y The Go-Betweens, pero a la cabeza en los miles de corazones rotos y solitarios. Y en el mío.

http://www.youtube.com/watch?v=FSMF3h7LE2Q

jueves, 21 de octubre de 2010

Yo también soy berlinés


Ostalgie es un concepto que describe la creciente melancolía que se está apoderando de muchos ciudadanos de la extinta República Democrática Alemana. 20 años después de la proclamación de la reunificación alemana, los ossies -alemanes que nacieron en el este- opinan que se vivía mejor antes de la discutible reunificación, cuando les obligaron a mezclarse con sus vecinos occidentales, los wessies.
Una encuesta reciente demuestra que únicamente una minoría de los que fueran habitantes de la RDA se sienten ciudadanos plenos de la nueva Alemania. Las causas son económicas pero también sociales. La parte oriental sigue siendo la pobre, con el doble de paro y la mitad del PIB que su vecina rica. Eso explica el éxodo masivo de los ossies hacia el oeste buscando mejores oportunidades laborales. Una vez allí surgen los problemas de convivencia. Los ciudadanos que vienen del este son tratados como inmigrantes dentro de su propio país. Incluso hay quien habla de xenofobia. Ya se sabe, el pobre siempre molesta.
"Ich bin ein Berliner" (Yo también soy berlinés) dijo en 1963 Kennedy. Quizás si lo hubiese dicho uno de Munich tendría más valor.
La caída del muro de Berlín parece que fue una cosa buena. Daba grima ver ese símbolo arcaico de la guerra fría en una ciudad tan bonita. Pero la reunificación parece ser que ha sido y está siendo otra cuestión. El muro sigue instalado en muchas mentes.

viernes, 15 de octubre de 2010

El gran carnaval


Cuando los 33 mineros recién rescatados de las entrañas de la tierra sean conscientes de la repercusión mediática que ha supuesto su sufrimiento, fliparán. Algunos aprovecharán el tirón y se harán estrellas televisivas, exponiéndose, claro está, a las directrices de este monstruo contemporáneo en que se ha convertido la televisión, hambrienta de personajes indefensos pero potenciales subidores de audiencia. Otros, los más sensatos, echarán pestes de su no deseada reciente fama y quizás acaben deseando volver a las profundidades. No les dejarán.
Cuando sucedió el accidente que ha tenido a estos hombres más de dos meses bajo tierra inmediatamente me vino a la cabeza El Gran Carnaval, película de los años 50 dirigida por Dios, es decir Billy Wilder, en la que retrata, con su mezcla de humor y tragedia, los peligros de una prensa sin escrúpulos cuando un minero indio queda atrapado en el subsuelo y un periodista hambriento de fama ve en el suceso la oportunidad de escalar en su profesión.
Mi enhorabuena y mi pésame a estos mineros. Bienvenidos a un nuevo mundo.

"El gran carnaval era una película muy buena; el argumento tenía fuerza y estaba bien trabajado. Pero la gente no quería saber; la gente no quiere que le cuenten que si hay un accidente en la calle y hay un herido grave, antes de ir a avisar a un médico, se quedan contemplando con curiosidad morbosa la tragedia. Eso es lo que había en la película: el circo, la música, la gente emborrachándose y pasándoselo bien... Diría que no es un tema fácil de digerir, la gente se sentía un poco culpable".  Billy Wilder


sábado, 9 de octubre de 2010

Pequeños inconvenientes de la vida humana II


Me empezó volviendo del colegio. La primera punzada me cortó la respiración. Tuve la sensación de que los ojos se me salían de las órbitas. Sentía una presión enorme en las sienes y en la nuca y la vista se nublaba.
Cuando llegué a casa me encerré a oscuras en mi habitación y me aislé del mundo en una escena que, por desgracia, se iba a convertir en rutina.
Al cabo de dos horas el intenso dolor remitió, pero no por mucho tiempo. Tenía nueve años y creía que nada volvería a ser lo mismo. Con el tiempo comprendí lo que me estaba pasando. Iba a tener que adaptarme a convivir con el dolor.
Cuando llegó la siguiente oleada de dolor no la sentí como tal, sino como miedo a lo que vendría después. Horas oscuras en solitario, drogado con pastillas y suplicando porque no hubiesen obras en la calle.
Debe resultar muy duro para una madre escuchar de su hijo que prefiere morir antes que sufrir ese calvario. Pero ella nada podía hacer. Sólo preparar infusiones.
Cuando sufría los ataques sentía que mi vida se ralentizaba. Mis movimientos se volvían más pausados. Apenas podía agacharme para atar los cordones. También comprobé que mis oídos se agudizaban. Oía los pasos de las palomas sobre la repisa de la ventana, las voces de los niños jugando no parecían de niños. Lo oía todo. Y todo me molestaba.
Durante los casi tres meses que duraron los dolores visité varios hospitales e incluso un psiquiátrico. Los médicos me diagnosticaron que sufría migraña oftalmopléjica, una de las más agresivas, y que poco se podía hacer. Seguir con las pastillas, las infusiones y el silencio. Evitar el chocolate, los frutos secos y el embutido. Y esperar a que me convertiera en adulto porque existían muchas posibilidades de que los dolores fuesen más leves.
Por fortuna eso fue lo que ocurrió.

domingo, 3 de octubre de 2010

El esfuerzo de Fidípedes



"Entonces, cuando Persia fue polvo, todos gritaron: "¡A la Acrópolis!
¡Corre, Filípides, una carrera más! ¡Tendrás tu recompensa!
Atenas se ha salvado gracias a Pan. ¡Ve y grítalo!" Arrojó él su escudo,
corrió otra vez como una saeta; y toda la extensión entre el campo de hinojo
y Atenas de nuevo fue rastrojos, un campo que recorría una saeta,
hasta que él anunció: "¡Regocijaos, hemos vencido!" Como vino que se filtra en arcilla,
la felicidad que fluía por su sangre le hizo estallar el corazón: ¡el éxtasis!"
Al soldado Fidípedes, o Filípedes, le ordenaron que corriese para comunicar que habían ganado. Lo hizo y después de recorrer unos 40 Km, la distancia que separa Marathon de Atenas, llegó, gritó victoria (niké en griego, ¿el primer acto publicitario?), y murió. Y así se convirtió en héroe. El resto es historia. Después de 2500 años se continúa celebrando una carrera para conmemorar la gesta de aquel hombre. Pero correr, ¿para qué? ¿Para demostrar qué y a quién?.
Y después de 2500 años seguimos corriendo, unos pocos por placer y otros muchos porque alguien se lo ordena. Ahora ya no hablo de deporte, aunque es una excusa muy buena porque implica espíritu de sacrificio y superación. Tendríamos que ser conscientes de nuestra libertad en cada uno de nuestros actos. Ser libres para poder decidir: ahora me paro, me siento y me lo miro tranquilo. Si el dolor es inevitable, el sufrimiento debería ser opcional. La vida no se habría de tomar como una carrera.

El de la foto es Emil Zátopek, atleta checoslovaco apodado la locomotora humana que en Helsinki 1952 fue campeón olímpico de 5000 m., 10000 m. y maratón. ¡Qué tío!

domingo, 26 de septiembre de 2010

Reflexiones viajeras


Existen lugares en el mundo a los que sabes que, tarde o  temprano, acudirás. Porque a pesar de la distancia ese lugar te resulta cercano y conocido. Porque se puede sentir nostalgia de un lugar en el que nunca se ha estado. Pero ese viaje lo vas posponiendo. Nunca encuentras el momento adecuado, quizás por temor a lo impactante que puede llegar a ser la experiencia.
En nuestro paseo por una parte de lo que fue la antigua Yugoslavia, Blackbird y yo pudimos comprobar los destrozos de una guerra absurda, contemplamos paisajes y monumentos preciosos. Pero, sobretodo, conocimos a una gente maravillosa, dispuesta a ayudar y siempre con una sonrisa en sus caras.
Hay viajes que marcan porque superan las expectativas, y éste ha puesto, en ocasiones, en jaque mis sentimientos y emociones y ha acabado siendo un viaje al fondo de mí mismo.
Y puedo decir que, después de haber estado allí, todavía siento nostalgia. Algo de mí se quedó en los Balcanes. Algo mío se quedó en un museo croata.

martes, 7 de septiembre de 2010

Epifanía indie

Yo La Tengo "And Then Nothing Turned Itself Inside-Out"

Hay momentos en la vida del melómano en el que las canciones ya no pueden separarse de la propia experiencia y parece que se filtren hacia las profundidades de tu mente. Cuando eso ocurre, esa canción se va a quedar ahí para siempre. Y saldrá a la superfície cuando menos te lo esperes, recordándote un amor, un olor, una sonrisa, una lágrima.
En mi ADN musical las canciones de Yo La Tengo ocupan un lugar preferente y lo comenzaron a hacer gracias a este disco del año 2000 donde los de Hoboken (Nueva Jersey) se desmarcan un poco del sonido más enérgico de sus anteriores trabajos y se vuelven más reposados e intimistas sin renunciar a sus ya famosos chispazos eléctricos.
Hace 25 años que Yo La Tengo hacen canciones. Y hace diez que no dejan de emocionarme.

http://www.youtube.com/watch?v=xJAXG6n3jPw

jueves, 2 de septiembre de 2010

Éramos jóvenes y despreocupados


Pero en julio nos plantábamos enfrente del televisor. Para emocionarnos con las hazañas de nuestros héroes. Nos gustaba el ciclismo. El bueno. El de antes. No la pantomima de ahora. Esperábamos con ansiedad la llegada del avituallamiento porque sabíamos que el ciclista bohemio, el profesor, tenía preparada una emboscada. "Con un rival no se pacta, se pelea".
El ciclismo es eso. Seguir pedaleando cuando se ha perdido el resuello. Porque en la vida hay que seguir pedaleando.
El sufrimiento en el ciclismo es un concepto muy romántico. No importa si estás en cabeza o descolgado, si sufres para ganar o para no perder diez minutos. Todos los ciclistas saben sufrir. No necesitan pinganillos.

domingo, 22 de agosto de 2010

El bello verano


Era una mañana cualquiera de agosto. Hacía un día de perros. Realmente terrible. Treinta grados, un sol espléndido y una humedad relativa que parecía absoluta. La ciudad se derritía.
De repente, él sintió la imperiosa necesidad de volver a nadar en el mar, de disfrutar el verano y de ser normal. Por muchas trabas que encontrara en el camino, sabía que lo conseguiría. Llegaría a la playa. No le amedrentaban esos insectos rallados que le chupaban la sangre y convertían su piel en un paisaje volcánico. Salió de casa equipado con el kit de supervivencia y con la mayor de las sonrisas. Al adentrarse en las profundidades de la ciudad no le importó comprobar que la estación sufría una ola de calor. Tres minutos de asfixia después subió al vagón repleto de gente normal empapada de verano. La ausencia de aire acondicionado puso a prueba su resistencia. Se autoconvenció que tampoco era tan desagradable enfrentarse a tantos olores corporales diferentes. Medio mareado consiguió llegar a la superfície y un primer vistazo a su idílico destino casi le desmoraliza. "Tan temprano y ya hay tanta gente", murmuró.
Lo que siguió después fue un cúmulo de despropósitos: plaga de medusas, periódico ilegible por la brisa marina, vecinos que parecían querer intimar con él dada su proximidad.
Apenas veinte minutos de normalidad ya le habían desesperado y en un momento de lucidez exclamó. "¿Qué hago yo aquí?" Cogió los bártulos y consiguió escapar del infierno.
Después de una ducha reparadora se tumbó en el sofá y se quedó dormido. Y soñó con el verano ideal, lleno de amores y de fiesta. Y ya no deseó que julio y agosto desapareciesen del calendario.

lunes, 16 de agosto de 2010

Bajo el influjo de Oblómov


Ayer andaba peleado con el mundo. Quería que me dejaran en paz. Desconecté el móvil y decidí no recibir visitas. Apático y desganado, apenas me levanté un par de veces de la cama. Una para ir a la nevera y aprovisionarme de un montón de calorías y otra para ir al lavabo y deshacerme de sólo unas pocas. Me aislé con todo lo necesario para estar en mi mundo. Lo que sucediera fuera de él no me importaba lo más mínimo. El mundo de los otros resulta insignificante para un aspirante a Oblómov.
Oblómov es una novela de Ivan Goncharov, y Oblómov es el protagonista de dicha novela, a menudo considerado como la personificación del "hombre superfluo", un tópico recurrente a lo largo de la literatura rusa del siglo XIX. Oblómov es un noble joven y generoso que parece incapaz de hacer nada con su vida. A lo largo de la novela raramente sale de su habitación, donde permanece tumbado en un diván intentando evitar los problemas, las propuestas y las obligaciones que le llegan del exterior. Hasta la página 150 no se decide a salir de la cama. La novela se hizo muy popular en Rusia, y muchos de los personajes y situaciones han dejado una fuerte huella en la cultura rusa, convirtiéndose Oblómov en un término popular para describir a cualquiera que muestre una actitud pasiva e indecisa.
Si alguna vez te has sentido identificado con el oblomovismo puedes dejar un comentario, no demasiado largo porque la pereza me impediría acabarlo de leer.

viernes, 13 de agosto de 2010

En la encrucijada


En 1965, Bob Dylan estaba hecho un lío. Se hallaba en una encrucijada. Debía decidir si seguía abanderando el folk americano con sus canciones protesta o subirse al tren de la modernidad conducido por el monstruo de las cuatro cabezas (así llamaba Dylan a los Beatles). Y debía decidir rápido. Los vertiginosos años sesenta no le iban a esperar.
Y lo hizo. Vaya si lo hizo. Cuando la baqueta golpeó el parche del tambor, Dylan anunció al mundo que ya no había vuelta atrás. Los tiempos estaban cambiando. El comienzo de "Like a Rolling Stone" es una patada a la puerta que da acceso a tu mente.
¨Like a Rolling Stone" salió como single en el verano del 65. Seis minutos de auténtica conmoción. Las radios no se atrevieron a ponerla entera pensando que el mundo no estaba preparado para tal revelación. Pero el mundo quería más y consiguió que sonara de principio a fin.
Dylan cuenta que la canción no es de su propiedad, no tiene dueño. Que no puede tocarla dos veces de la misma manera porque siempre es la primera vez. Al oyente también le ocurre lo mismo. Cuando empieza a sonar es imposible no escucharla. No sirve como música de fondo.
¿De qué trata "Like a Rolling Stone"? Creo que ni Dylan lo sabe. Habla de una chica bien a la que la realidad le ha dado una bofetada, y se ve obligada a mendigar, pero tiene algo que ver con la flaqueza moral de todos nosotros.
Con esta canción eterna, Bob Dylan proclamó que seguía vivo y que lo iba a seguir estando durante miles de años.

Como un canto que rueda

En otro tiempo ibas muy elegante
En la flor de la vida
Arrojabas centavos a los mendigos
¿Recuerdas?
La gente ya te avisaba, ojo niña, vas a acabar mal
Tú pensabas que bromeaban
Y te reías de todos
Los que andaban por ahí
Ahora ya no hablas tan alto
Ahora ya no paraces tan orgullosa
De tener que gorrear
Tu próxima comida

¿Qué se siente?
¿Qué se siente
Vagando sin hogar
Por todos ignorada
Como un canto que rueda?

Sí doña Soledad
Fuiste al mejor colegio
Pero bien sabes que allí te pasabas
El día mamada
Nadie te ha enseñado a vivir en la calle
Y ahora te toca
Acostumbrarte a eso
Dijiste que nunca transigirías
Con el vagabundo misterioso
Pero adviertes
Que él no vende coartadas
Mientras contemplas el vacío
De sus ojos
Y le preguntas
¿Quieres hacer un trato?

¿Qué se siente?
¿Qué se siente
Vagando sin hogar
Por todos ignorada
Como un canto que rueda

¡Ah!
Nunca te volviste a ver el ceño
De malabaristas y payasos
Cuando hacían sus números para ti
Jamás comprendiste que no es bueno
No conviene
Dejar que los demás
Se lleven los palos por ti
Montabas un caballo cromado
Con ese diplomático
Que llevaba al hombro
Un gato siamés
¿No fue duro descubrir
Que no era tan estupendo
Cuando te quitó todo
Lo que pudo robar?

¿Qué se siente?
¿Qué se siente
Vagando sin hogar
Por todos ignorada
Como un canto que rueda?

¡Ahhhhhhh!
Princesa en la torre
Y toda esa gente guapa
Que bebe convencida de su éxito
Intercambiando preciosos regalos
Pero más vale
Que te quites el anillo de diamantes
Más vale que lo empeñes, nena
Te hacía mucha gracia
Aquel Napoleón andrajoso
Y su manera de hablar
Ve ahora con él,
Te llama y no puedes negarte
Cuando nada tienes
Nada tienes que perder
Ya eres invisible,
No tienes secretos que esconder

¿Qué se siente?
¿Qué se siente
Vagando sin hogar
Por todos ignorada
Como un canto que rueda?

http://www.youtube.com/watch?v=U8IRHWP4934

martes, 10 de agosto de 2010

¿Cómo decir adiós?


"Querido mundo: te dejo porque estoy aburrido. Siento que ya he vivido bastante. Te dejo con tus preocupaciones, con tu mierda fertilizante en esta bonita cloaca. Buena suerte".
Esta es la nota de suicidio más sincera y lúcida que he leído jamás y pertenece al actor George Sanders, el que salía en Rebecca, que se quitó la vida hastiado de ella con una sobredosis de barbitúricos en el Gran Hotel Rey Don Jaime de Castelldefels, una localidad costera de la provincia de Barcelona.
Es sucinto y claro en sus razones para acabar con su vida, tiene razón al afirmar que es una bonita cloaca, hace una poética revelación final, y es considerado al desearnos buena suerte. No cayó en la trampa de la mayoría de las notas de suicidio: la gente siempre reparte culpas o pide disculpas.
En una favela de los suburbios de Sao Paulo vive una antigua maestra de escuela que se gana como puede el pan redactando notas de suicidio para los pobres suicidas analfabetos.
El suicidio puede ser un pecado, pero la decisión es digna de elogio. Tiene mérito responder al dilema de Hamlet con la sencillez con la que se marca una casilla:
                   
                                 Ser
                                 No ser X

Al fin y al cabo, vivir es un regalo pero, ¿quién no ha devuelto un regalo? Se hace continuamente.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Sólo es una opinión


No soporto la obligación de tener una opinión. Ni a las personas que opinan de todo, aquellas que se comportan como si el mundo girase a su alrededor. Desde luego, están encantadas de haberse conocido.
Me impaciento con las opiniones de los demás porque estoy convencido de que sólo repiten lo que han oído en alguna parte o regurgitan las ideas con que los han alimentado en la infancia. Yo también lo he hecho y ahora he decidido apenas expresar mis opiniones. Así hay más misterio: es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar todas las dudas.
Todo el mundo tiene derecho a expresar sus opiniones y nunca he hecho callar a nadie. Por ejemplo, siempre he sido muy respetuoso con el mal gusto musical de la gente que me rodea. 
Fue Winston Churchill quien dijo que si la gente sólo hablase de lo que sabe se produciría un maravilloso silencio. 
No me gusta ser el centro de atención, prefiero pasar desapercibido. Por eso he desarrollado la extraña habilidad de desaparecer de una habitación sin salir de ella. De volverme invisible.

jueves, 29 de julio de 2010

Animales interiores


Buscaré un bar
      -no una casa, no
una vida-
para los dos
y haremos de la barra
hogar para los hijos
y de la máquina de tabaco
entretenimiento los días de lluvia.
Buscaré un bar para los dos
en el que el tiempo
espeso
lo sirvan en pintas
y la canción de moda
sea el leit motiv de nuestros besos.
Buscaré un bar
por si te marchas
            -y no vuelves
y me duele.
Para no tener
el botiquín
muy lejos.

Sofía Castañón, poeta.

viernes, 23 de julio de 2010

Distorsión purificadora


Desde hace ya varios años se respira en la ciudad un tufo a indie-poppy. Los responsables son unos personajes muy curiosos disfrazados con corbatas, americanas y chapitas que les proporcionan ese aspecto tan cuidadosamente descuidado. A fin de curso se van de excursión al FIB, tan llenos de pose y parafernalia como vacíos de interés real por la música, los discos y los conciertos.
Hace unos días pude ver a unos cuantos de estos especímenes en una boda muy divertida. El DJ, con un gusto musical exquisito y que vestía normal, iba desgranando clásicos atemporales del pop cuando no pude evitar la conversación entre dos representantes de esta nueva y enrollada tribu urbana. "Esto es una copia barata de los Strokes", dijo uno de ellos.
Esto era "Upside Down", el primer y mítico single que The Jesus And Mary Chain publicaron allá por el año 1984. No tengo nada en contra de los Strokes, su primer disco me parece buenísimo, pero no veo por ningún lado la conexión entre los dos grupos, y si la hubiera está claro quién es deudor de quién. Empieza a ser molesto soportar el poco conocimiento musical, aparte de los hits de temporada, de estos elementos que pretenden ser modernos. Chavales, para ser modernos hay que girarse de vez en cuando. Bueno, ya está bien de hablar de nadie.
Procacidad. Cuchillos afilados. Provocación. Caos. Auténtica catarsis de rebeldía juvenil elevada a obra de arte del ruido y la melodía. Los hermanos Reid, Jim y William, inventaron el noise pop robando todo lo que pudieron, que para mí es la major manera de inventar: tener en cuenta lo que ya existe para darle un nuevo sentido. Y eso es lo que hicieron. Coger de The Velvet Underground, de los Beach Boys, de Phil Spector, agitarlo bien y pregonarlo al volumen máximo. Por eso su primer disco, "Psychocandy" de 1985, suena atronador y dulce al mismo tiempo.
Hoy, como homenaje a todos los tonti-poppys, he vuelto a escuchar "Upside Down". Es un subidón de adrenalina incomparable. Casi todo lo que busco en la música se comprime en esos gloriosos tres minutos de delirio.

http://www.youtube.com/watch?v=nny44x7AWFg

lunes, 19 de julio de 2010

Pequeños inconvenientes de la vida humana (I)


El primer día de clase en un niño de seis años es uno de esos momentos que se guardan en el disco duro del cerebro. En mi caso desearía eliminar el archivo donde se concentran los recuerdos de esa jornada tan, a mi pesar, inolvidable, pero el software que almacena mi memoria selectiva me traiciona una y otra vez.
Ese día aprendí mi primera lección de vida, que resultó ser universal: los niños pueden ser muy crueles. Hasta aquel instante creía que yo era un niño, más o menos, normal. Mis compañeros me hicieron saber que se trataba de todo lo contrario. Aquel día me hice mayor, envejecí unos diez años.
Tener un apellido raro y malsonante puede cambiar una infancia. A peor, claro. Y eso fue lo que pasó. Era la primera vez que oía mi nombre y apellidos pronunciados por una persona ajena a mi familia. Ma pareció horroroso, como así corroboraron las exageradas carcajadas de mis, a partir de ese suceso, despreciables compañeros de clase. A continuación la profesora, espero que ardas en el infierno, tuvo la delicadeza de combinar la letra inicial de mi nombre con mi primer apellido, lo cual enrojeció el color de mi rostro para disfrute de la histeria colectiva.
A partir de ese día tuve que padecer infinidad de burlas y todas las mañanas aguardaba con pánico el momento en el que el profe de turno se disponía a pasar lista.
Nunca antes había pensado negativamente sobre mi futuro. Ésa es la verdadera pérdida de la inocencia: la primera vez que atisbas las fronteras que limitan tu propio potencial.
Meses más tarde de aquel fatídico día mi oftalmólogo diagnosticó que mi ojo derecho era un vago consumado y me obligó a emular a Lou Silver, el pirata de La Isla del Tesoro, único libro que aborrecí sin haberlo leído. Durante un mes anduve con el ojo izquierdo tapado para así hacer trabajar al caprichoso y vago ojo derecho y pude observar el mundo partido en dos. Rápidamente me decanté por la parte oscura, allí no habitaban niños con ganas de tocar los cojones.
Me volví retraído, silencioso y ya no se me permitió volver a la normalidad. Me hicieron sentir diferente, pero también especial. Y aprendí a odiar.

viernes, 16 de julio de 2010

La noche en que la ciudad ardió


Farsantes que se enriquecen a costa de los ciudadanos para luego reírse de la justicia. Eso sí, una justicia de broma. Farsantes que debaten en el Estado de la Nación por qué el país se encuentra en este estado. Intentan buscar ¿soluciones? No, sólo la manera de estropear las cosas un poco más.
Y en esto que llega a la ciudad Solomon Burke, Mr. Soul, el hombre que apenas puede mover sus casi 200 kilos de humanidad, pero que con su voz y carisma mueve montañas a través de un público entregado. Y llega para poner orden. Su misión: poner patas arriba el escenario.
Hace 45 años Burke se codeaba con Otis Reading, Sam Cooke y James Brown porque era uno de ellos, uno de los nuestros. Uno de los grandes.
El rey Solomon repartió mucho más que rosas. Nos dió esperanza, nos hizo creer que el mundo todavía es un lugar maravilloso y que el amor sigue siendo necesario. Puede sonar a tópico pero los que tuvieron la suerte de ver la sala en plena combustión saben de que hablo. Porque durante dos horas nos olvidamos de todos los farsantes del mundo.

lunes, 12 de julio de 2010

Minuto 21


En los partidos jugados la temporada pasada en el estadi Cornellà-El Prat había un momento en el que los jugadores locales podían fallar un pase, los jugadores visitantes podían cometer una falta, y el árbitro no pitarla. Porque durante un minuto el público no les iba a recriminar nada. A medida que avanzaba la temporada me daba la sensación que en ese minuto no podía ni debía pasar nada relevante, futbolísticamente hablando. Y los jugadores se daban cuenta de ello y parecían aceptarlo. Porque en ese minuto se recordaba a un compañero.
Ayer la Roja ganó el Mundial y lo hizo con un gol de Iniesta, del Hombre Milagro, demostrando que no hace falta hacer teatro ni llevar gomina para ser el mejor del mundo. Y entonces, ocurrió. Se acordó de su mejor amigo y a mi se me puso la piel de gallina. Recordando a Dani Jarque, Iniesta nos dió una lección a todos. Nos demostró que los valores también cuentan.
Como habréis podido deducir soy del Espanyol, un club, sólo un club, de la província de Barcelona. Dicen que es el segundo más importante de Catalunya. Por supuesto, yo no estoy de acuerdo. En este club jugaba el mejor amigo del mejor del mundo, de Iniesta. Con tu gesto de ayer has conseguido que los próximos Minuto 21 sean todavía más emocionantes. Los pericos te debemos una.

domingo, 11 de julio de 2010

Convivir con el diablo


Recientemente he visionado en DVD el documental realizado por Jeff Feuerzeig sobre el músico Daniel Johnston, artista bipolar y adorado por muchos de sus colegas indies. Johnston se hizo relativamente famoso hace unos 20 años debido a que Kurt Cobain lució una camiseta que hacía mención a uno de sus discos ("Hi, How Are You"). La película es un retrato fiel de este genio singular que hace equilibrios por la cuerda floja que separa la demencia de la cordura, que vive obsesionado con el Capitán América, con Casper, el fantasma amistoso y con los Beatles. Que cree que el demonio ha venido a visitarle, y lo ha hecho para quedarse.
Su música se mueve entre lo inocente y lo sombrío y sus canciones pop desafinadas pueden resultar incómodas para el oyente no inocente. Es imposible escuchar su música sin pensar en un niño muy sensible que se ha creado un mundo propio al que nadie puede acceder, en un adolescente que se expresa mejor con sus melodías que relacionándose con los demás, en un adulto torturado por su lucha interna con el diablo y consigo mismo.
Después de ver "The Devil and Daniel Johnston" se me hace difícil creer que alguien no pueda comprender y amar a este hombre.

http://www.youtube.com/watch?v=5ucN4DActxA

miércoles, 7 de julio de 2010

Señales ilegales y agentes iletrados


El 5 de julio estacioné mi coche en una calle de mi barrio, en el lado de la calzada permitido por la señal arriba fotografiada. Saqué mi ticket de residente para la zona verde y tranquilamente me fui a casa a echarme la siesta, desconociendo que el nivel de lectura comprensiva, es decir entender lo que lees, de nuestra policía está por los suelos y que el ayuntamiento había infringido la ley.
Por la tarde, claro, mi coche ya no estaba. El ayuntamiento me lo había secuestrado. Y exigía el pago de la nada despreciable cantidad de 153 euros como rescate. Cantidad que ni el más profesional de los negociadores podría rebajar. Todo esto sin contar la multa que, por supuesto, no hay que pagar si pretendes adentrarte en la odisea burocrática que supone recurrir a la administración. Cosa que he hecho.
Fui sancionado por ser buen ciudadano.
La señal de tráfico de arriba es ilegal tal como establece la Ley de Tráfico en sus artículos 56 y 138 al señalar que las indicaciones escritas en dichas señales se expresen al menos en el idioma oficial del Estado, además de en la lengua oficial de la Comunidad Autónoma correspondiente. Es decir, la señal tenía que estar escrita en castellano, o en los dos idiomas oficiales de Catalunya.
Si el ayuntamiento hubiese cumplido la ley quizás el agente no hubiese quedado en evidencia por su desconocimiento del catalán.
No pretendo que nuestros dirigentes políticos sean doctos ni en filosofía existencialista, ni en física cuántica. Tampoco aspiro a que sepan que Jimi Hendrix era zurdo. Y, lo que es más triste, ya ni espero a que gobiernen bien, ni que los policías me defiendan de los malos. Lo único que me gustaría conseguir de ellos es que no me molesten, que no me jodan.
¡Ah!, tampoco estaría de más que el ayuntamiento diera un curso de comprensión lectora a nuestros policías, aunque fuera con mi dinero.

sábado, 3 de julio de 2010

La parálisis de Hamlet


Si tu tío ha asesinado a tu padre y posteriormente se ha casado con tu madre, te resultará especialmente relevante la lectura de Hamlet, ese libro escrito por uno de los autores que firmaban bajo el seudónimo de Skakespeare. Sí, has leído bien. Tanto Cándido como yo mantenemos la teoría de que una obra tan rica y magistral no puede ser responsabilidad de una única persona. Llámanos excéntricos.
La lección brutal de la duda de Hamlet es aplicable a toda la humanidad. La verdad es que la indecisión nos afecta a todos, aunque seamos una de esas personas que no tiene problemas para tomar decisiones. Por ejemplo, cuando en un restaurante tu pareja no sabe que plato escoger del menú y tienes al camarero ahí delante plantado. Se te hace eterno, te dan ganas de quitarle la carta de las manos y decirle al camarero: ¡Tomará pollo!
La historia de Hamlet es una advertencia inequívoca de los peligros de la indecisión. Hamlet es un príncipe danés incapaz de decidir si vengar la muerte de su padre, matarse, no matarse. Buf!! Claro, al final Hamlet enloquece. El padre de Hamlet, que se llama igual que su hijo, es asesinado por su hermano. Debe resultar muy desagradable que tu hermano te vierta veneno por la oreja. Con razón olía a podrido en Dinamarca.
Por si no has leído Hamlet te diré que al final de la obra todos están muertos. Si la hubieran escrito ayer seguro que alguien viviría. Para hacer una continuación.

miércoles, 30 de junio de 2010

En la habitación del claroscuro

The National "High Violet"

Matt Berninger podría cantar las páginas amarillas. No me cansaría de escucharlo. Esa voz grave y solemne que arrastra las palabras, sin apenas esfuerzo. En The National todo tiene importancia, hasta los silencios, porque son preludios de algo hermoso. Cuando escucho alguno de sus discos puedo sentir que la cosa va en serio, que no hay trampa y que estoy en buenas manos.
Una de las peores cosas que se pueden decir sobre un grupo es que son profesionales, porque suena a bostezo. En cambio, con estos tíos el término adquiere otro matiz. El de entrega y dedicación, el de cuidar todos los detalles y explorar todas las posibilidades. Esa es la forma de tratar al oyente con respeto. No ha lugar a manipulaciones.
Su música es una mezcla de sensaciones: es nerviosa, melódica y explosiva. La atmósfera sigue siendo oscura, a veces opresiva, pero siempre hay una rendija por donde entra la luz.

http://www.youtube.com/watch?v=u5C2WVCruPM

lunes, 28 de junio de 2010

Verdades


"Yo pienso esto: el fascismo no es otra cosa que un grupo de criminales en el poder, pero este grupo de criminales no ha podido hacer nada, no ha conseguido incidir en la realidad de nuestro país. Ahora, en cambio, pasa lo contrario. ¿Régimen democrático? Habladurías. La aculturización, la homologación que el fascismo no pudo conseguir, el poder de hoy, es decir, el poder de la sociedad de consumo lo consigue perfectamente poniendo sobre la mesa las diversas realidades particulares.
Y esta aculturización nos está destruyendo. El verdadero fascismo es precisamente este poder de la sociedad de consumo. Y esto ha sucedido tan deprisa que, de hecho, no nos hemos dado ni cuenta. Ha pasado en los últimos diez años. Ha sido una especie de pesadilla en la cual hemos visto como se ha ido destruyendo el país alrededor nuestro a través de la manipulación del individuo.
Y ahora, mientras nos despertamos, tomamos consciencia de esta pesadilla y nos damos cuenta de que ya no podemos hacer nada".

Pier Paolo Pasolini, 1974, hablando de la realidad italiana... y del mundo.

martes, 22 de junio de 2010

Vuela Blackbird, vuela

Quizás lo único que buscabas era un poco de paz. Por eso cuando descubriste el patio decidiste quedarte en él. Sabías que allí podrías dar forma a tus sueños como quien da vida a sus plantas. Te preguntabas si desde allí llegaría el día que pudieras batir las alas y alzar el vuelo para conquistar el mundo. Soñabas con una noche interminable rodeada de los tuyos en ese patio. Dudabas del nombre adecuado pero yo sabía que era tu Strawberry Field, porque era tu refugio.


Te enorgullecías de tu patio porque era particular. Sin duda, no era como los demás: habitaba allí un misterioso limonero que daba manzanas y tomaban el sol un cantante de voz andrógina y una actriz de ideas deslumbrantes.
Con el tiempo aprendiste que todo está en la mente, you know?
Toda tu vida has estado esperando este momento. Así que ahora despliega tus preciosas alas y vuela. Tal vez encuentres la respuesta disfrazada en una cara que te reclama 27 besos.

 


jueves, 17 de junio de 2010

Ya empezó el Mundial


Todos los equipos ya han jugado al menos un partido y, hasta ahora, lo más destacable es el terrible ruido producido por unas maquiavélicas trompetitas de plástico llamadas vuvuzelas. Son de uso exclusivo del fútbol surafricano y su sonido imita el barrito de los elefantes. Ese ruido molesto puede llegar a los 140 decibelios, el doble que una aspiradora y algo más que una bocina.
Se podría decir que las vuvuzelas molestan a todos, menos al que la toca. Jugadores, técnicos, aficionados... El clamor en contra del instrumento es total.
Los aficionados presentes en Suráfrica se pelean por conseguir el remedio contra la enfermedad: los vuvustop, unos tapones que reducen el ruido en 80 decibelios. Eso, para los estadios. Pero ¿y en casa? ¿cuál es la solución? Yo bajo el volumen y pongo música. Otra solución sería, visto el nivel mostrado por los equipos, apagar la tele. Parece ser que las vuvuzelas son tan molestas que impiden a los jugadores marcar goles.

http://www.youtube.com/watch?v=4QIAv2EoIP0

martes, 15 de junio de 2010

El menú sorpresa

"Durante algún tiempo imité la práctica del "menú sorpresa" y me dediqué a pedir a camareros y camareras que me trajesen cualquier cosa del menú. Me parecía una buena manera de recordarme a mí mismo que no puedes saber nunca lo que se puede esperar de la vida. A veces te sale el tiro por la culata y te sirven algo que no te gusta nada, pero casi siempre acabé comiendo algo que normalmente no habría pedido nunca y que me encantó"
Cosas que los nietos deberían saber es un viaje al fondo del universo de Mark Oliver Everett, líder del grupo Eels. Es un fondo oscuro, pero con lucecitas que parpadean. Mr. E es un tipo raro que se divierte imaginando cuánto tiempo pasará entre su último aliento y el hallazgo de su cadáver, que afirma que pasa de hijos, que irá directamente a por los nietos porque así sólo los verá los fines de semana y tendrá más tiempo libre para escribir canciones. Esas canciones tristes que nos pueden alegrar un día, o al revés.
Cosas que los nietos deberían saber trata de cómo triunfar en el mundo de la música sin venderse, pero también de lo que se siente esa mañana, mientras estás cepillándote los dientes delante del espejo y descubres que tu rostro se ha convertido en el rostro de tu padre.
Sí, Mark Oliver Everett es un tipo raro, entrañablemente raro.

http://www.youtube.com/watch?v=1mD4jpZwTmY

lunes, 7 de junio de 2010

El genio de Šibenik

Suena el despertador en una habitación. Son las siete de la mañana de un crudo invierno en Šibenik, una ciudad histórica de Croacia, situada en la zona central de Dalmacia, junto a la desembocadura del río Krka en la costa del mar Adriático. Un niño de 9 años se despereza para comenzar un nuevo día, una nueva rutina. Le espera una pelota y una vieja canasta que cuelga de una farola. Ese niño tiene un sueño: convertirse en el mejor jugador de baloncesto parido por una europea, y una obsesión: que esa pelota perfore una y otra vez esa vieja canasta. Probablemente ese niño ignora que con apenas 14 años debutará en primera división, que anotará 112 puntos en un partido y otros 62 en una final europea, que tratará de tú a tú a los mejores jugadores del mundo. Lo que no sabe ese niño es que en un futuro habrá otros niños que tratarán de imitar su finta, su tiro, su genio y hasta su carácter provocador. Seguramente desconoce que miles de personas lamentarán que un 7 de junio de 1993, aquel niño ya convertido en adulto y en el mejor jugador europeo circulara por una carretera alemana y dejara un vacío todavía hoy imposible de llenar.
En Šibenik nació uno de los pocos deportistas que me han hecho trasnochar. Dražen Petrović.

“Era una emoción jugar contra Dražen. Siempre que nos enfrentábamos, él competía con una actitud agresiva. Venía hacia mí tan duro como yo iba hacia él. Tuvimos algunas grandes batallas en el pasado y, desafortunadamente, fueron pocas”.
Michael Jordan, el mejor jugador de baloncesto parido por una mujer.

http://www.youtube.com/watch?v=dYIJRKbOjuY

sábado, 5 de junio de 2010

Mi hermana pequeña


Hace 31 años decidiste nacer y de ese modo usurpar mi trono. Con total descaro e inocencia me robaste el privilegio de ser el hermano menor. Me costó acostumbrarme a mi nuevo rol, a ser el hermano del medio, con todas las estrecheces que conlleva vivir empanedado entre dos hermanos.
Por eso al principio quizás estuviera un poco receloso. Tienes que entenderme, nadie pidió mi opinión. No duró mucho pero tenía que ponerte a prueba. Marqué mi terreno para averiguar hasta dónde llegaba tu capacidad de resistencia.
Mis reiteradas negativas a la posibilidad de que jugaras a los coches conmigo parecían no hacerte mella. Insistías de nuevo. ¿No te dabas cuenta de que se trataba de un juego para niños? Yo nunca te pedí jugar a las barriguitas ¿Se llamaban así?
Aprendiste, a la fuerza y en tiempo record, el camino de casa al cole. Lo hiciste sola mientras yo me citaba con los marcianitos a mitad de trayecto. Lo hice por tu bien, para que conocieras mundo.
Han pasado muchos años, muchas cosas han cambiado, otras no (sigues con el síndrome Mafalda en lo referente a tu aversión hacia la sopa) y llegados hasta aquí sólo puedo decir que eres la mejor hermana pequeña del mundo. Estoy muy orgulloso de ti y te mereces que en un futuro te revele por fin al oído ese secreto que llevas años deseando escuchar. Prometo no eructar.

http://www.youtube.com/watch?v=EZjuSDlItMI

sábado, 29 de mayo de 2010

Flotando

Beach House "Teen Dream"


La noche es exigente. No acepta según que ruidos. Cuando se acerca la medianoche no vale cualquier música. Llevo ya varios días que mi banda sonora nocturna predilecta pertenece a esta pareja de Baltimore. Música de ensueño y para soñar, que te transporta a paisajes desconocidos y donde querrías vivir eternamente. Se está muy bien en las nubes. Estas diez canciones transmiten una ligera nostalgia por la inocencia perdida, no querer hacerse mayor del todo. Desde mi habitación, directamente a las estrellas.

http://www.youtube.com/watch?v=PHbtR8uO81M

lunes, 24 de mayo de 2010

Preferiría no hacerlo


Bartleby es uno de los personajes más intrigantes de la literatura. Lo desconocemos casi todo de él. Bartleby no puede aceptar la humanidad. No puede pertenecer a ella. Melville nos muestra en esta breve novela la más precisa y desolada imagen de la derrota. La de Bartleby, el escribiente es la historia de una integración imposible, de un exilio voluntario del mundo. Bartleby hace de la reserva su fortaleza. Ante su fatal destino, el amanuense decide suspender la acción, no hacer nada y arrojar la toalla.
La tragedia de Bartleby es conmovedora porque su móvil es el silencio. Un silencio que nos aterra a todos, porque Bartleby somos todos. El final de la novela es estremecedor.

"El rumor era éste: que Bartleby había trabajado como ayudante subalterno en la oficina de cartas muertas de Washington, de donde lo despidieron repentinamente tras un cambio en la administración. Cuando pienso en este rumor, no acierto a expresar las emociones que me embargan. ¡Cartas muertas! ¿No es como decir hombres muertos? Consideren un hombre, por naturaleza y desventura, inclinado a una pálida desesperanza. ¿Qué otro oficio podría ser más adecuado para aumentarla, sino el de manejar todo el rato esas cartas muertas, reuniéndolas con destino al fuego? Pues anualmente las queman por arrobas. A veces, del papel doblado el pálido ayudante saca un anillo; el dedo al que se dirigía, quizá, se pudre en la tumba. Un billete de banco remitido con apremiante caridad; aquél a quien hubiera aliviado ya no come ni padece hambre. Perdón para los que murieron desesperando, esperanza para los que murieron sin ella, buenas noticias para los que murieron agobiados por desgracias insoportables. Con misiones de vida, esas cartas se apresuran hacia la muerte.
¡Oh, Bartleby! ¡Oh, humanidad!"
Canción del día: "The Funeral" (Band of Horses)
http://www.youtube.com/watch?v=ibE7IqEjni4

martes, 18 de mayo de 2010

La insoportabilidad de existir


La fecha obliga. 30 años de la muerte de Ian Curtis. Cabeza pensante y atormentada de Joy Division. El hombre que cambió el amenazante "jódete" de los Sex Pistols por el más melodramático "estoy jodido". Joy Division no sólo inventaron el post-punk, sino una nueva forma de pensar y componer música. Crearon un nuevo sonido inimitable compuesto de unas letras angustiosas y de unas melodías de belleza desoladora.
Joy Division, el nombre hace referencia al grupo de mujeres obligadas a satisfacer sexualmente a los nazis en los campos de concentración, hicieron del rock poesía, oscura y realista.
Responsables de "Closer", uno de los discos más bellos y desesperanzados que he escuchado. De esos que intentaría salvar en un incendio. Pero ojo, escuchar a Joy Division en según que momentos tiene efectos secundarios, su tristeza no es apta para todos los públicos.
Ian Curtis, mártir y mito que no supo ni pudo enfrentarse a la vida y al amor, y por eso buscó y halló la muerte. Como muy bien pronosticó meses antes de suicidarse: "El amor nos volverá a destrozar".

Cuando la rutina aprieta,
y las ambiciones están por los suelos,
y el resentimiento cabalga fuerte,
las emociones no crecen.
Y al cambiar nuestros caminos,
tomando carreteras diferentes.
El amor, el amor nos destrozará otra vez.

¿Por qué la cama está tan fría
en el lado en el que tú estás?
¿Soy yo el que no está a la altura?
¿Hemos perdido el respeto mutuo?
Todavía queda algo de atracción,
que hemos mantenido a lo largo de nuestras vidas.
Amor. El amor nos destrozará otra vez.

¿Gritas todos mis errores
cuando estás durmiendo?
Tengo un sabor en la boca.
Mientras la desesperación aguanta.
¿Es eso algo bueno?
¿No podrá funcionar nunca más?
Cuando el amor,… el amor nos destrozará otra vez.

lunes, 17 de mayo de 2010

Invadir Polonia


A los cinéfilos les sonará la expresión. Blackbird y el Dr. Robert la conocen muy bien ya que les permitió salir de la pecera para explorar el mundo. Lo que vieron allí les hizo convencerse de que ellos tampoco eran tan raros, que quizás se las apañarían. Sabían que el viaje no sería fácil ni cómodo debido a la predilección de ambos por las carreteras secundarias. No se pusieron como meta llegar a ese país báltico de obsesión hitleriana, sino que hicieron un pacto no escrito de ir avanzando poco a poco, sin prisas, intentanto descubrir los entresijos de eso que llaman relación de pareja, sorprendiéndose ante el hecho de que vaya funcionando, y sin preocuparse si será para siempre.
Dos años después han podido comprobar que ese mundo no era tan fiero y que se le podía sacar mucho jugo. Y eso es lo que están haciendo, exprimir el limón.
Aprendiendo lo bien que sabe una cerveza en un pequeño pueblo de pescadores.
Que a casi 4000 metros de altura apenas hay nada que decir, aunque se dirían tantas cosas.
Intentanto descifrar por qué la música suena mejor si se escucha en un club de jazz de Praga.
Que cuando el cielo desata su furia y rompe a llorar lo mejor que se puede hacer es dar un paseo por un encantador patio.
Rechazando llevar GPS porque quien lo inventó seguro que tenía miedo a perderse.
Sintiendo que los silencios poseen sonidos maravillosos y que no tienen porque ser incómodos...
Si hoy es 17 de mayo, toca cine. Blackbird elige peli.

http://www.youtube.com/watch?v=M1ReFah2lCQ

viernes, 14 de mayo de 2010

El corazón partío


Ya no silbo por la calle. Ni canto en la ducha, porque tengo miedo de la SGAE, de que me oiga el inspector implacable. Si eso sucediera, le diría al hombre del traje, porque seguro que lleva traje, que agudizara el oído porque mis labios raramente reproducirán nada que tenga que ver con los magníficos artistas que representan a esta empresa privada sin ánimo de lucro y encargada de dictar lo que se tiene que escuchar en este país.
Pues bien, parece que se les acaba la bicoca a los Teddy boys porque el canon digital no cuenta con la aprobación de la UE por considerarlo generalista y no hace distinciones entre el uso personal y el profesional. El Tribunal de Justicia de la UE considera ilegal cobrar de forma indiscriminada una tasa a todos los equipos (mp3, móviles, cds, ordenadores, etc) cuando estos pueden que no se usen para hacer copias privadas. Asimismo, aclara que este canon atenta contra la presunción de inocencia de las personas que compran estos aparatos.
¿Qué hará ahora el gobierno? ¿Seguirá con la normativa vigente sabiendo que es ilegal? ¿Acabará con el canon corriendo el riesgo de perder el apoyo político de esos "artistas" de la ceja, los mismos que se dedican a pedir democracia para Cuba, mientras ellos explotan al consumidor y se llenan los bolsillos?
Y con la SGAE, ¿qué pasará? ¿Obligarán a Ramoncín a que me devuelva el dinero a mí, consumidor estafado? Esperaremos acontecimientos pero ya estoy temiendo la reacción de estos vampiros del arte.

Canción del día: "Don´t Look Back into the Sun" (The Libertines)
http://www.youtube.com/watch?v=_g207eTzVw0

jueves, 13 de mayo de 2010

Lletraferit


De pequeño, no podía evitar leer los titulares de los periódicos que mi madre esparcía por el suelo después de fregar. Cada habitación parecía estar especializada en un tema. El comedor en política, el pasillo en cultura, los deportes se jugaban en la cocina. Si querías estar bien informado sólo habías de pasarte por mi casa en los días de "cubo y mocho".
La letra impresa siempre me atrajo de forma irresistible. La lengua catalana tiene palabras muy interesantes y absolutamente hermosas. Como el intraducible término lletraferit. Designa a las personas fascinadas por la cultura escrita. Trasciende la figura del lector compulsivo que escanea cuanto encuentra. El lletraferit vive de absorber relatos y reflexiones escritas, percibe la realidad a través de la letra. Una palabra compuesta por lletra (letra) y ferit (herido). Y su definición no deja de tener algo de mágico. Según la Enciclopèdia Catalana, significa”amant de conrear les lletres” (amante de cultivar las letras).
Y Lletraferit es un bonito bar de una calle mítica de la ciudad, donde puedes leer o conversar con toda la paz del mundo. El propietario es hijo de una actriz estadounidense ya fallecida, guapísima, y que yo pensaba que era francesa.

Canción del día: Bob Dylan "Subterranean Homesick Blues"
http://www.youtube.com/watch?v=kLePij0Uszw

domingo, 9 de mayo de 2010

Buenos días, tristeza


Ella se levantó de la cama y se miró en el espejo buscando un mañana. Pero no lo encontró, y con una sonrisa irónica acertó a decir: "Buenos días, tristeza".
Ella era Jean Seberg. Recuerdo haberme enamorado cuando la vi, tan guapa y sofisticada, vendiendo periódicos por los Campos Eliseos en Al Final de la Escapada (1959), de Jean-Luc Godard, película que, dicen, marca el inicio del cine moderno. Durante un tiempo creí que era francesa. Durante un tiempo sentí envidia de Jean-Paul Belmondo, de que no fuese yo quien descubriera París cogido de su mano.
Más tarde, me enteré que era estadounidense y que llevó una vida autodestructiva. Adicta a todo, cayó en una depresión tras otra hasta que se suicidó.
Seberg era el tipo de mujer que a los hombres nos vuelve locos. Espontánea y misteriosa, una mujer que sabes de antemano que nunca podrá ser tuya porque no se ata a nada y a nadie. Y aun así, te enamoras de ella.

http://www.youtube.com/watch?v=Zi26NsTIrvY