miércoles, 7 de julio de 2010

Señales ilegales y agentes iletrados


El 5 de julio estacioné mi coche en una calle de mi barrio, en el lado de la calzada permitido por la señal arriba fotografiada. Saqué mi ticket de residente para la zona verde y tranquilamente me fui a casa a echarme la siesta, desconociendo que el nivel de lectura comprensiva, es decir entender lo que lees, de nuestra policía está por los suelos y que el ayuntamiento había infringido la ley.
Por la tarde, claro, mi coche ya no estaba. El ayuntamiento me lo había secuestrado. Y exigía el pago de la nada despreciable cantidad de 153 euros como rescate. Cantidad que ni el más profesional de los negociadores podría rebajar. Todo esto sin contar la multa que, por supuesto, no hay que pagar si pretendes adentrarte en la odisea burocrática que supone recurrir a la administración. Cosa que he hecho.
Fui sancionado por ser buen ciudadano.
La señal de tráfico de arriba es ilegal tal como establece la Ley de Tráfico en sus artículos 56 y 138 al señalar que las indicaciones escritas en dichas señales se expresen al menos en el idioma oficial del Estado, además de en la lengua oficial de la Comunidad Autónoma correspondiente. Es decir, la señal tenía que estar escrita en castellano, o en los dos idiomas oficiales de Catalunya.
Si el ayuntamiento hubiese cumplido la ley quizás el agente no hubiese quedado en evidencia por su desconocimiento del catalán.
No pretendo que nuestros dirigentes políticos sean doctos ni en filosofía existencialista, ni en física cuántica. Tampoco aspiro a que sepan que Jimi Hendrix era zurdo. Y, lo que es más triste, ya ni espero a que gobiernen bien, ni que los policías me defiendan de los malos. Lo único que me gustaría conseguir de ellos es que no me molesten, que no me jodan.
¡Ah!, tampoco estaría de más que el ayuntamiento diera un curso de comprensión lectora a nuestros policías, aunque fuera con mi dinero.

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