jueves, 29 de julio de 2010

Animales interiores


Buscaré un bar
      -no una casa, no
una vida-
para los dos
y haremos de la barra
hogar para los hijos
y de la máquina de tabaco
entretenimiento los días de lluvia.
Buscaré un bar para los dos
en el que el tiempo
espeso
lo sirvan en pintas
y la canción de moda
sea el leit motiv de nuestros besos.
Buscaré un bar
por si te marchas
            -y no vuelves
y me duele.
Para no tener
el botiquín
muy lejos.

Sofía Castañón, poeta.

viernes, 23 de julio de 2010

Distorsión purificadora


Desde hace ya varios años se respira en la ciudad un tufo a indie-poppy. Los responsables son unos personajes muy curiosos disfrazados con corbatas, americanas y chapitas que les proporcionan ese aspecto tan cuidadosamente descuidado. A fin de curso se van de excursión al FIB, tan llenos de pose y parafernalia como vacíos de interés real por la música, los discos y los conciertos.
Hace unos días pude ver a unos cuantos de estos especímenes en una boda muy divertida. El DJ, con un gusto musical exquisito y que vestía normal, iba desgranando clásicos atemporales del pop cuando no pude evitar la conversación entre dos representantes de esta nueva y enrollada tribu urbana. "Esto es una copia barata de los Strokes", dijo uno de ellos.
Esto era "Upside Down", el primer y mítico single que The Jesus And Mary Chain publicaron allá por el año 1984. No tengo nada en contra de los Strokes, su primer disco me parece buenísimo, pero no veo por ningún lado la conexión entre los dos grupos, y si la hubiera está claro quién es deudor de quién. Empieza a ser molesto soportar el poco conocimiento musical, aparte de los hits de temporada, de estos elementos que pretenden ser modernos. Chavales, para ser modernos hay que girarse de vez en cuando. Bueno, ya está bien de hablar de nadie.
Procacidad. Cuchillos afilados. Provocación. Caos. Auténtica catarsis de rebeldía juvenil elevada a obra de arte del ruido y la melodía. Los hermanos Reid, Jim y William, inventaron el noise pop robando todo lo que pudieron, que para mí es la major manera de inventar: tener en cuenta lo que ya existe para darle un nuevo sentido. Y eso es lo que hicieron. Coger de The Velvet Underground, de los Beach Boys, de Phil Spector, agitarlo bien y pregonarlo al volumen máximo. Por eso su primer disco, "Psychocandy" de 1985, suena atronador y dulce al mismo tiempo.
Hoy, como homenaje a todos los tonti-poppys, he vuelto a escuchar "Upside Down". Es un subidón de adrenalina incomparable. Casi todo lo que busco en la música se comprime en esos gloriosos tres minutos de delirio.

http://www.youtube.com/watch?v=nny44x7AWFg

lunes, 19 de julio de 2010

Pequeños inconvenientes de la vida humana (I)


El primer día de clase en un niño de seis años es uno de esos momentos que se guardan en el disco duro del cerebro. En mi caso desearía eliminar el archivo donde se concentran los recuerdos de esa jornada tan, a mi pesar, inolvidable, pero el software que almacena mi memoria selectiva me traiciona una y otra vez.
Ese día aprendí mi primera lección de vida, que resultó ser universal: los niños pueden ser muy crueles. Hasta aquel instante creía que yo era un niño, más o menos, normal. Mis compañeros me hicieron saber que se trataba de todo lo contrario. Aquel día me hice mayor, envejecí unos diez años.
Tener un apellido raro y malsonante puede cambiar una infancia. A peor, claro. Y eso fue lo que pasó. Era la primera vez que oía mi nombre y apellidos pronunciados por una persona ajena a mi familia. Ma pareció horroroso, como así corroboraron las exageradas carcajadas de mis, a partir de ese suceso, despreciables compañeros de clase. A continuación la profesora, espero que ardas en el infierno, tuvo la delicadeza de combinar la letra inicial de mi nombre con mi primer apellido, lo cual enrojeció el color de mi rostro para disfrute de la histeria colectiva.
A partir de ese día tuve que padecer infinidad de burlas y todas las mañanas aguardaba con pánico el momento en el que el profe de turno se disponía a pasar lista.
Nunca antes había pensado negativamente sobre mi futuro. Ésa es la verdadera pérdida de la inocencia: la primera vez que atisbas las fronteras que limitan tu propio potencial.
Meses más tarde de aquel fatídico día mi oftalmólogo diagnosticó que mi ojo derecho era un vago consumado y me obligó a emular a Lou Silver, el pirata de La Isla del Tesoro, único libro que aborrecí sin haberlo leído. Durante un mes anduve con el ojo izquierdo tapado para así hacer trabajar al caprichoso y vago ojo derecho y pude observar el mundo partido en dos. Rápidamente me decanté por la parte oscura, allí no habitaban niños con ganas de tocar los cojones.
Me volví retraído, silencioso y ya no se me permitió volver a la normalidad. Me hicieron sentir diferente, pero también especial. Y aprendí a odiar.

viernes, 16 de julio de 2010

La noche en que la ciudad ardió


Farsantes que se enriquecen a costa de los ciudadanos para luego reírse de la justicia. Eso sí, una justicia de broma. Farsantes que debaten en el Estado de la Nación por qué el país se encuentra en este estado. Intentan buscar ¿soluciones? No, sólo la manera de estropear las cosas un poco más.
Y en esto que llega a la ciudad Solomon Burke, Mr. Soul, el hombre que apenas puede mover sus casi 200 kilos de humanidad, pero que con su voz y carisma mueve montañas a través de un público entregado. Y llega para poner orden. Su misión: poner patas arriba el escenario.
Hace 45 años Burke se codeaba con Otis Reading, Sam Cooke y James Brown porque era uno de ellos, uno de los nuestros. Uno de los grandes.
El rey Solomon repartió mucho más que rosas. Nos dió esperanza, nos hizo creer que el mundo todavía es un lugar maravilloso y que el amor sigue siendo necesario. Puede sonar a tópico pero los que tuvieron la suerte de ver la sala en plena combustión saben de que hablo. Porque durante dos horas nos olvidamos de todos los farsantes del mundo.

lunes, 12 de julio de 2010

Minuto 21


En los partidos jugados la temporada pasada en el estadi Cornellà-El Prat había un momento en el que los jugadores locales podían fallar un pase, los jugadores visitantes podían cometer una falta, y el árbitro no pitarla. Porque durante un minuto el público no les iba a recriminar nada. A medida que avanzaba la temporada me daba la sensación que en ese minuto no podía ni debía pasar nada relevante, futbolísticamente hablando. Y los jugadores se daban cuenta de ello y parecían aceptarlo. Porque en ese minuto se recordaba a un compañero.
Ayer la Roja ganó el Mundial y lo hizo con un gol de Iniesta, del Hombre Milagro, demostrando que no hace falta hacer teatro ni llevar gomina para ser el mejor del mundo. Y entonces, ocurrió. Se acordó de su mejor amigo y a mi se me puso la piel de gallina. Recordando a Dani Jarque, Iniesta nos dió una lección a todos. Nos demostró que los valores también cuentan.
Como habréis podido deducir soy del Espanyol, un club, sólo un club, de la província de Barcelona. Dicen que es el segundo más importante de Catalunya. Por supuesto, yo no estoy de acuerdo. En este club jugaba el mejor amigo del mejor del mundo, de Iniesta. Con tu gesto de ayer has conseguido que los próximos Minuto 21 sean todavía más emocionantes. Los pericos te debemos una.

domingo, 11 de julio de 2010

Convivir con el diablo


Recientemente he visionado en DVD el documental realizado por Jeff Feuerzeig sobre el músico Daniel Johnston, artista bipolar y adorado por muchos de sus colegas indies. Johnston se hizo relativamente famoso hace unos 20 años debido a que Kurt Cobain lució una camiseta que hacía mención a uno de sus discos ("Hi, How Are You"). La película es un retrato fiel de este genio singular que hace equilibrios por la cuerda floja que separa la demencia de la cordura, que vive obsesionado con el Capitán América, con Casper, el fantasma amistoso y con los Beatles. Que cree que el demonio ha venido a visitarle, y lo ha hecho para quedarse.
Su música se mueve entre lo inocente y lo sombrío y sus canciones pop desafinadas pueden resultar incómodas para el oyente no inocente. Es imposible escuchar su música sin pensar en un niño muy sensible que se ha creado un mundo propio al que nadie puede acceder, en un adolescente que se expresa mejor con sus melodías que relacionándose con los demás, en un adulto torturado por su lucha interna con el diablo y consigo mismo.
Después de ver "The Devil and Daniel Johnston" se me hace difícil creer que alguien no pueda comprender y amar a este hombre.

http://www.youtube.com/watch?v=5ucN4DActxA

miércoles, 7 de julio de 2010

Señales ilegales y agentes iletrados


El 5 de julio estacioné mi coche en una calle de mi barrio, en el lado de la calzada permitido por la señal arriba fotografiada. Saqué mi ticket de residente para la zona verde y tranquilamente me fui a casa a echarme la siesta, desconociendo que el nivel de lectura comprensiva, es decir entender lo que lees, de nuestra policía está por los suelos y que el ayuntamiento había infringido la ley.
Por la tarde, claro, mi coche ya no estaba. El ayuntamiento me lo había secuestrado. Y exigía el pago de la nada despreciable cantidad de 153 euros como rescate. Cantidad que ni el más profesional de los negociadores podría rebajar. Todo esto sin contar la multa que, por supuesto, no hay que pagar si pretendes adentrarte en la odisea burocrática que supone recurrir a la administración. Cosa que he hecho.
Fui sancionado por ser buen ciudadano.
La señal de tráfico de arriba es ilegal tal como establece la Ley de Tráfico en sus artículos 56 y 138 al señalar que las indicaciones escritas en dichas señales se expresen al menos en el idioma oficial del Estado, además de en la lengua oficial de la Comunidad Autónoma correspondiente. Es decir, la señal tenía que estar escrita en castellano, o en los dos idiomas oficiales de Catalunya.
Si el ayuntamiento hubiese cumplido la ley quizás el agente no hubiese quedado en evidencia por su desconocimiento del catalán.
No pretendo que nuestros dirigentes políticos sean doctos ni en filosofía existencialista, ni en física cuántica. Tampoco aspiro a que sepan que Jimi Hendrix era zurdo. Y, lo que es más triste, ya ni espero a que gobiernen bien, ni que los policías me defiendan de los malos. Lo único que me gustaría conseguir de ellos es que no me molesten, que no me jodan.
¡Ah!, tampoco estaría de más que el ayuntamiento diera un curso de comprensión lectora a nuestros policías, aunque fuera con mi dinero.

sábado, 3 de julio de 2010

La parálisis de Hamlet


Si tu tío ha asesinado a tu padre y posteriormente se ha casado con tu madre, te resultará especialmente relevante la lectura de Hamlet, ese libro escrito por uno de los autores que firmaban bajo el seudónimo de Skakespeare. Sí, has leído bien. Tanto Cándido como yo mantenemos la teoría de que una obra tan rica y magistral no puede ser responsabilidad de una única persona. Llámanos excéntricos.
La lección brutal de la duda de Hamlet es aplicable a toda la humanidad. La verdad es que la indecisión nos afecta a todos, aunque seamos una de esas personas que no tiene problemas para tomar decisiones. Por ejemplo, cuando en un restaurante tu pareja no sabe que plato escoger del menú y tienes al camarero ahí delante plantado. Se te hace eterno, te dan ganas de quitarle la carta de las manos y decirle al camarero: ¡Tomará pollo!
La historia de Hamlet es una advertencia inequívoca de los peligros de la indecisión. Hamlet es un príncipe danés incapaz de decidir si vengar la muerte de su padre, matarse, no matarse. Buf!! Claro, al final Hamlet enloquece. El padre de Hamlet, que se llama igual que su hijo, es asesinado por su hermano. Debe resultar muy desagradable que tu hermano te vierta veneno por la oreja. Con razón olía a podrido en Dinamarca.
Por si no has leído Hamlet te diré que al final de la obra todos están muertos. Si la hubieran escrito ayer seguro que alguien viviría. Para hacer una continuación.