lunes, 17 de mayo de 2010

Invadir Polonia


A los cinéfilos les sonará la expresión. Blackbird y el Dr. Robert la conocen muy bien ya que les permitió salir de la pecera para explorar el mundo. Lo que vieron allí les hizo convencerse de que ellos tampoco eran tan raros, que quizás se las apañarían. Sabían que el viaje no sería fácil ni cómodo debido a la predilección de ambos por las carreteras secundarias. No se pusieron como meta llegar a ese país báltico de obsesión hitleriana, sino que hicieron un pacto no escrito de ir avanzando poco a poco, sin prisas, intentanto descubrir los entresijos de eso que llaman relación de pareja, sorprendiéndose ante el hecho de que vaya funcionando, y sin preocuparse si será para siempre.
Dos años después han podido comprobar que ese mundo no era tan fiero y que se le podía sacar mucho jugo. Y eso es lo que están haciendo, exprimir el limón.
Aprendiendo lo bien que sabe una cerveza en un pequeño pueblo de pescadores.
Que a casi 4000 metros de altura apenas hay nada que decir, aunque se dirían tantas cosas.
Intentanto descifrar por qué la música suena mejor si se escucha en un club de jazz de Praga.
Que cuando el cielo desata su furia y rompe a llorar lo mejor que se puede hacer es dar un paseo por un encantador patio.
Rechazando llevar GPS porque quien lo inventó seguro que tenía miedo a perderse.
Sintiendo que los silencios poseen sonidos maravillosos y que no tienen porque ser incómodos...
Si hoy es 17 de mayo, toca cine. Blackbird elige peli.

http://www.youtube.com/watch?v=M1ReFah2lCQ

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