viernes, 25 de febrero de 2011

Bienvenidos a la tierra prometida



Érase una vez la América profunda. La que todo el mundo ignora. Una América habitada por gente aislada de sus trabajos, de sus amigos, de sus familias. Personas que no están conectadas a nada de lo que sucede a su alrededor, rotas espiritualmente.
En Nebraska (1982) quien canta no es Springsteen. Quienes se apoderan del micrófono son asesinos en serie que confiesan sus crímenes momentos antes de ser ejecutados; padres de família que se ven obligados a delinquir porque acumulan deudas que no podría pagar ningún hombre honrado. Almas perdidas que conducen por carreteras solitarias hacia un destino sin futuro. Muy lejos del sueño americano.

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