Como en tantas mañanas de mi vida me encuentro encerrado en mi habitación, en Strawberry Fields, donde me parece haber estado siempre. A través del equipo de música suena contundente Wouldn´t It Be Nice de los Beach Boys. Es una canción ideal para comenzar un nuevo día. Me activa y me hace mirar, como decían los Monty Python, el lado alegre de la vida. Me dirijo a la cocina. Cojo un plátano. De pronto, oigo que alguien acaba de llegar en ascensor al rellano. Pero quien ha llegado no llama a ninguna de las tres puertas, ni se dispone a abrir ninguna de ellas. Oigo el silbido de la melodía de los Beach Boys. Siento la necesidad de espiar por la mirilla, y eso es lo que hago. Veo a un hombre de unos 50 años delante de mi puerta, inmóvil. Parece aturdido. Exactamente cuando termina la canción llama a mi timbre. Abro. Es el mensajero que me trae la multa de aparcamiento del pasado mes. La firmo. "Los Beach Boys" susurra melancólico el hombre. "Me ponen de buen humor. Son un buen antídoto contra las malas noticias" le comento sin mostrarme sorprendido, aunque lo estoy, de que conozca a los chicos playeros. Sonrío, me despido y cierro la puerta despacio. Me quedo escuchando y noto que el hombre no entra en el ascensor. Vuelvo a espiar y veo que está apoyado en la pared, llorando, deshecho de nostalgia. Termina la siguiente canción y se va.
Canción del día: "Wouldn´t it be nice" (The Beach Boys).
http://www.youtube.com/watch?v=CYvUXp1OwtI
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